quarta-feira, 26 de julho de 2006

Pobres & Nojentas II já está na rua!



SAIU O NÚMERO II da Revista POBRES & NOJENTAS

Vocês conseguem a Revista na Banca da UFSC. O número anterior se vendeu inteirinho, assim que não é pra dar mole. Vão lá e desfrutem de uma leitura de qualidade, feita em SC e com um enfoque bem diferente e interessante.


Revista Pobres & Nojentas - Ano I Número II Julho-Agosto 2006

Esta edição -

Povo Originário

“Que jamais se acabe”

Perfil

A força de uma mulher

Minicrônica

O galinho das onze

Crônica

A nave dos inocentes

Natureza

Zé Kleuber e a semente

Saúde

Menos estudadas,

mais incompreendidas

Rumo ao deserto

Com Samuel, pelos Andes...

Poema

Sobre a covardia

Saia justa

Piores momentos de Pobres & Nojentas

Rebelde

Vai ser como queria Micaela

Humanidade

Cuidadora de bichos e outros seres

Tempo livre

Pra quem tem pouca grana

Solidarize

Poema de Tânia Rodrigues

Revista Pobres & Nojentas, da

Cia. dos Loucos. Só doido não lê!


Assina Pobres & Nojentas.

Para que recebas em tua

casa 5 edições (bimestrais)

da revista, pagarás 22 e meia

moedas de ouro - oh, perdão,

enganei-me. São R$ 22,50, já

inclusas as despesas com

o Correio. Tu deves depositar

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completa, com o CEP.

quarta-feira, 19 de julho de 2006

PARTICIPA E DÁ VIDA A ESTA PROPOSTA


Blog Experimental do Projeto América Latina Palavra Viva

http://americalatinapalavraviva.blogspot.com


Amigos e companheiros,

Decidimos iniciar um Blog experimental do Projeto América Latina Palavra Viva com a finalidade de alcançar a todos, leituras escolhidas, dados curiosos, músicas, aspectos culturais e notícias do nosso belo continente, desde o México até as Ilhas Malvinas.

Não esqueceremos neste espaço assuntos relevantes de Espanha e de comunidades de qualquer região onde se fale espanhol.

Quando nos seja possível, incluiremos espaços dedicados à língua inglesa, com os mesmos critérios culturais. Talvez até façamos incursões leves e livres na Itália, sua cultura, história e presente.

Para que este ‘bloguinho” tenha real utilidade a todos, além do lazer, gostaríamos de contar com suas contribuições (sugestões, CRÍTICAS, artigos, ensaios, livros, poemas, fotografias, notícias, pesquisas, canções, em fim, o que acharem bom para partilhar) que será publicado sem outra restrição que aquelas que se fazem a qualquer ato de discriminação.

O Blog Experimental da AMLAPAV é para todos nós, por isso tem que melhorar a cada dia. Ajudem-nos para que seja útil e não um mero ocupador de espaços virtuais.


Un abrazo cariñoso a todos,

Tali Feld Gleiser

Raul Fitipaldi

Los escritores cuentan cómo viven y sueñan a Buenos Aires


Ciudad imaginada
Los escritores cuentan cómo viven y sueñan a Buenos Aires



Narradores y poetas registraron sus voces en un archivo audiovisual. Al opinar de la ciudad, recuerdan el pasado, rescatan detalles y buscan definir su naturaleza.


Aparece nublada por la evocación. O delineada con la precisión de un trazo de tinta china, en sus detalles de esquinas y barrios. Amada, temida, odiada, escenario de pesadillas y sueños. Es Buenos Aires, una vez más, mirada por los narradores y poetas. Pero en este caso, no quedó atrapada en las líneas de un texto, no fue pensada como protagonista de una historia. Simplemente hablaron de ella, la hicieron temblar en sus voces.

Ya son casi 50 los escritores y poetas que contaron recuerdos de la infancia en los barrios, rescataron pequeños detalles, reflexionaron metafísicamente. Lo hicieron para la "Audiovideoteca de Escritores de Buenos Aires", una iniciativa creada en noviembre del año pasado para preservar el patrimonio cultural intangible.

El material de la Audiovideoteca —un programa de la Subsecretaría porteña de Comunicación Social— es difundido por Internet (www.audiovideoteca.gov.ar), por la FM 2 x 4 y por el canal Ciudad Abierta (los domingos a las 17 emite el documental "Obra en construcción").

Las entrevistas realizadas a cada escritor duran aproximadamente tres horas. Siempre se les pide la lista de sus diez libros de cabecera. Y también se les pregunta por Buenos Aires y sobre cómo influye la ciudad en su escritura o en su vida cotidiana.

Parte de las desgrabaciones de esos relatos se puede leer a continuación. La selección, acotada, intentó dar cuenta de una variedad de registros y temas. Y los textuales aportan un valor agregado: el de la oralidad. Así que resulta al menos llamativo "leer la voz" de personas que se dedican a escribir.



E. BELGRANO RAWSON
Tocar el cielo con las manos

Yo he pasado la mayor parte de mi vida en Buenos Aires. Soy porteño por adopción y por elección. Vivo en el barrio del Obelisco, en Monserrat, en un pasaje que, dicen, se parece a París.

Siempre me he sentido un invitado aquí. Pero ¿quién no es un invitado en Buenos Aires, después de todo? Es una ciudad a la que me duele ver. Maltratada, manoseada, abandonada. Al anochecer, cuando se fueron los piqueteros, los banqueros, los magnates, los carteristas, los vendedores, cuando va quedando vacía, quedamos los habitantes de Buenos Aires solos, bajo las sombras de la noche. Buenos Aires ha ido perdiendo su magia. La realidad ha ido apagando un poco esa seducción que sentí cuando llegué por primera vez desde San Luis y que me parecía que estaba tocando el cielo con las manos. De todas maneras, es la ciudad que he elegido para vivir. Y sólo la cambiaría por París o Nueva York.

Eduardo Belgrano Rawson nació en San Luis. Publicó "Fuegia" y "Noticias secretas de América".



LILIANA HEKER
Almagro, entre glicinas y violetas

Amo los barrios. Viví mucho tiempo en Almagro. Ahí fui al colegio y ahí estaban mis amigas. Y la confitería Las Violetas, en Rivadavia y Medrano, me acompañó a lo largo de toda mi vida. Iba a Las Violetas cuando iba al viejo cine Roca en Rivadavia y Salguero. Allí me encontré con Abelardo Castillo cuando le envié un cuento a su revista El Grillo de Papel. Cito este lugar como podría citar muchos lugares de Almagro. Es entrañable para mí. Fui al Normal 7, de Corrientes y Gascón, que entonces tenía unas glicinas maravillosas. Viajaba en tranvía cuando era chica y recuerdo su música.

Liliana Heker (Buenos Aires, 1943) es autora de "Zona de clivaje" y "El fin de la historia".



ABELARDO CASTILLO
El viejo arbolado de Plaza Irlanda

Mi relación con Buenos Aires es, a la vez, profunda y ambigua. Yo nací en Buenos Aires. No puedo decir que nací en Palermo porque ya Borges agotó a Palermo. Viví en Caballito hasta los 8 años cuando mis padres se separaron y de ahí pasé a San Pedro. Y elegí nacer en San Pedro porque siempre tuve una relación conflictiva, no con Buenos Aires —ciudad que me fascina y a la que amo profundamente— sino con los porteños que son otra cosa. Hay porteños que no se merecen vivir en Buenos Aires. Pero los viejos barrios arbolados, la zona de Caballito y Plaza Irlanda... cualquiera que me haya leído con detención... aunque mis novelas ocurran en Córdoba siempre están ocurriendo en Buenos Aires, en Plaza Irlanda. En ese barrio también vivió Roberto Arlt. Me gusta pensar que cuando era chico, Arlt pasaba por la vereda y me tocaba la cabeza... Aunque es imposible porque Arlt se mudó como veinte años antes de la época en que yo viví ahí. Pero no está prohibido que uno juegue con la imaginación.

Abelardo Castillo (Buenos Aires, 1935) fundó revistas literarias, publicó relatos y novelas como "El Evangelio según Van Hutten".



ANA MARIA SHUA
Vecina honoraria de Caballito

Yo no puedo escribir algo que no suceda en Buenos Aires. Esta es la ciudad donde nací, el lugar que quiero y aunque a veces trate de librarme de Buenos Aires, no puedo. Me siento construida por la ciudad.

Vivo en Barrio Norte, pero en mi infancia viví en Caballito, en Rosario al 200 y en Rosario y Riglos. El Parque Rivadavia siempre aparece en lo que escribo, a tal punto que de la Asociación Amigos me hicieron socia honoraria y me dieron una medalla. Allí transcurrió mi infancia, mis abuelos vivían en Primera Junta y recuerdo mucho el Mercado del Progreso, que aún está sobre Rosario y Centenera.

Ana María Shúa (Buenos Aires, 1951) es guionista y cuentista. También escribió para chicos.



ALAN PAULS
¿Versión portátil o desmesurada?

Buenos Aires es una ciudad perfecta. Yo no viviría en ningún otro lugar del mundo. Y digo que es una ciudad perfecta incluso con la plena conciencia de que en los últimos quince años, se deterioró de una manera terrorífica. Pero Buenos Aires tiene algo genial. Una combinación muy interesante entre una especie de tamaño desmesurado que es el tamaño que tiene la ciudad real, objetiva y una especie de ciudad más personal, más propia, más privada, que es absolutamente portátil. No sé si esa doble impresión que yo tengo de la ciudad se produce en otras grandes ciudades del mundo. Me gusta mucho saber que vivo en una ciudad totalmente a mi escala, pero que está adentro de una ciudad que me excede por completo. Es como si viviera en una ciudad que está dentro de otra ciudad.

Alan Pauls (Buenos Aires, 1959) es guionista, crítico y autor de las novelas "Wasabi" y "El pasado".



GUILLERMO SACCOMANNO
El lugar al que ya no se puede volver

Yo, que vivo la mayor parte del tiempo en Villa Gesell, me fui allá para escribir sobre Buenos Aires. Me formé, nací acá, paso acá buena parte de mi vida. Pero es una relación muy compleja la que uno tiene con Buenos Aires porque es una ciudad muy histérica: acá parece que tenés todo, pero no tenés nada. Mataderos es el barrio en el que me formé, creo que es una marca en términos de visión de la historia, de las contradicciones, de ver las diferencias sociales y entender lo que es una marca... pero es también el lugar al cual uno no va a volver, que uno lo lleva pero que no va a volver... creo que lo mejor que te puede pasar si naciste en un rancho es dejar el rancho para la literatura y no volver al rancho. Pero es un lugar al que uno no vuelve, y a veces temo que se me convierta en un tic, en una especie de logotipo que se arma: si la historia es la que uno vivió o la que uno cree que vivió.

Guillermo Saccomano (Buenos Aires, 1948) fue guionista de historietas y creativo publicitario. Publicó "Bajo bandera" y "La lengua del malón", entre otros.



LEONIDAS LAMBORGHINI
Irreal, como una cárcel del deseo

Un tema es la ciudad como cárcel del deseo. Y la imposibilidad de poseer a la ciudad, uno quiere hacerse dueño de ella, pero está en todas partes y en ninguna. Mientras estás acá, hay un accidente allá, alguien se volvió loco en no sé qué departamento, y el otro se tiró por la ventana. Cuando tenés la conciencia de eso, llegás a la conclusión de que esa presencia era una ausencia. En suma, es la "ciudad irreal" de la que habla T. S. Eliot.

Leónidas Lamborghini (Buenos Aires, 1927) es poeta ("Las reescrituras", "Odiseo confinado") y novelista.



ANTONIO DAL MASETTO
Con Roberto Arlt por los bares

A veces recupero la quietud y la familiaridad de los barrios de Buenos Aires: por ejemplo, caminar... sobre todo a la mañana, cuando está esa cosa tan barrial que uno ve la cara de la gente que sale a hacer sus cosas.

Yo me hice en los bares, escribí en los bares, conocí el mundo de la ciudad en los bares, conocí la gente que quise, amigos o mujeres, generalmente los encuentros eran en los bares. Y busqué inspiración en los bares. En el largo tiempo que escribí columnas o contratapas siempre los personajes que afloraban en las historias eran personajes de bares. La ciudad para mí es un gran bar, y un autor que me ayudó a descubrirla es Roberto Arlt. Yo lo sentí cuando andaba rondando por las pensiones, caminando por las calles, no conocía a nadie y empezaba a descubrir este mundo y veía sus complejidades y la miseria.

Antonio Dal Masetto (Italia, 1938). Es autor, entre otras, de las novelas "Siempre es difícil volver a casa" y "La tierra incomparable".

terça-feira, 18 de julho de 2006

CURSO / OFICINA





CURSO/OFICINA DE ESPANHOL – Prof. Raul Fitipaldi
Curso/Oficina de Extensão Cultural de Espanhol para Professores, Estudantes e Profissionais luso-falantes.
Dividido em Módulos Semestrais com especial ênfase nas relações culturais, históricas e econômicas entre os países da região e a Espanha.

CURSOS DE INGLÊS – Profa. Tali Feld Gleiser
Cursos regulares para crianças, jovens e adultos. Programa de estudo construído entre o professor e o aluno de acordo com as necessidades específicas.– Provas de proficiência universitária

Aulas coletivas com preços populares.
2 aulas por semana: mínimo 5 alunos, máximo 10

À vista: R$ 260,00
Cheque pré: 1 +1 (30 dias) de R$145,00
Carga horária: 3 horas semanais divididas em dois dias de 1:30 h ou 3 horas semanais numa única reunião.


Também: aulas individuais em domicílio particular ou trabalho do aluno.

Informes: 48 3269 8158 / 9606-7971 / 9622-9128

e-mail: amlapav@gmail.com







sábado, 15 de julho de 2006




En el escenario de la cordura, un ataque de locura...
El Mundial de Zidane


Eduardo Galeano
Brecha - tomado de Rebelión

En el escenario de la cordura, un ataque de locura.

En un templo consagrado a la adoración del fútbol y al respeto de sus reglas, donde la Coca-Cola regala felicidad, Master Card otorga prosperidad y Hyundai brinda velocidad, se disputan los últimos minutos del último partido del campeonato mundial.

Éste es, también, el último partido del mejor jugador, el más admirado, el más querido, que está diciendo adiós al fútbol. Los ojos del mundo están puestos en él. Y súbitamente este rey de la fiesta se convierte en un toro furioso y embiste a un rival y lo voltea, de un cabezazo en el pecho, y se va.

Se va echado por el árbitro y despedido por la rechifla del público, que iba a ser una ovación. Y no sale por la puerta grande, sino por el triste túnel que conduce a los vestuarios.

En el camino, pasa junto a la copa de oro reservada al equipo campeón. Él ni la mira.

* * *
Cuando este Mundial empezó, los expertos dijeron que Zinedine Zidane estaba viejo.

Mariano Pernía, el argentino que juega en la selección española, comentó:

—Viejo es el viento, y sigue soplando.

Y Francia derrotó a España y Zidane fue, en ese partido y en los partidos siguientes, el más joven de todos.

Después, al fin del campeonato, cuando ocurrió lo que ocurrió, fue fácil atacar al malo de la película. Pero era, y sigue siendo, difícil comprenderlo. ¿Será verdad? ¿No será una pesadilla, un sueño equivocado? ¿Cómo pudo abandonar a los suyos cuando más lo necesitaban? Horacio Elizondo, el árbitro, le sacó la roja con toda razón, pero ¿por qué Zidane hizo lo que hizo?

Según parece, el zaguero italiano Marco Materazzi le ofreció algunos de esos insultos racistas que los energúmenos suelen chillar desde las tribunas de los estadios. Zidane, musulmán, hijo de argelinos, había aprendido a defenderse, allá en la infancia, cuando recibía ataques así en los suburbios pobres de Marsella. Conoce bien esos insultos, pero le duelen como la primera vez; y sus enemigos saben que la provocación funciona. Más de una vez le han hecho perder los estribos de esta sucia manera, y Materazzi no es, que digamos, famoso por su limpieza.

Este Mundial estuvo signado por las consignas que las selecciones enarbolaron, al comienzo de los partidos, contra la peste universal del racismo, y Zidane fue uno de los jugadores que lo hizo posible.

El tema arde. En vísperas del torneo, el dirigente político Jean-Marie Le Pen proclamó que Francia no se reconocía en sus jugadores, porque eran casi todos negros y porque su capitán, el árabe éste, no cantaba el himno. Algún tiempo antes, el entrenador de la selección española, Luis Aragonés, había llamado “negro de mierda” al jugador francés Thierry Henry, y el presidente perpetuo del fútbol sudamericano, Nicolás Leoz, presentó su autobiografía diciendo que él había nacido “en un pueblo donde vivían quinientas personas y tres mil indios”.

* * *
Pero, ¿se puede reducir a un insulto, o a varios insultos, esta tragedia del ganador que elige ser perdedor, el astro que renuncia a la gloria cuando la está rozando con la mano?

Quizás, quién sabe, esa loca embestida fue, aunque Zidane no lo quisiera ni lo supiera, un rugido de impotencia.

Quizás fue un rugido de impotencia contra los insultos, los codazos, las escupidas, las pataditas arteras, las simulaciones de los expertos en revolcones, maestros del ay de mí, y contra las artes de teatro de los farsantes que te matan y ponen cara de yo no fui.

O quizás fue un rugido de impotencia contra el éxito arrollador del fútbol feo, contra la mezquindad, la cobardía y la avaricia del fútbol que la globalización, enemiga de la diversidad, nos está imponiendo. Al fin y al cabo, a medida que el campeonato avanzaba, se iba haciendo cada vez más claro que Zidane no era de este circo. Y sus artes de magia, su señorío, su melancólica elegancia, merecían el fracaso, así como el mundo de nuestro tiempo, que fabrica en serie los modelos del éxito, merecía este mediocre campeonato mundial.

* * *
Y de alguna manera también se puede decir que Italia merecía la copa, porque todas las selecciones, quien más, quien menos, jugaron a la italiana y con el mismo esquema de juego, línea de cuatro atrás, defensa cerrada y goles robados por contraataque.

Se impuso Italia, como tenía que ser. Al fin y al cabo, el cerrojo, el catenaccio, le ha dado muchos bostezos, pero también le ha dado cuatro trofeos mundiales. Y a lo largo de esta cuarta victoria sólo recibió dos goles, uno en contra y otro de penal, y en la retaguardia, no en la vanguardia, tuvo sus mejores jugadores: Buffon, arquero, y Cannavaro, zaguero.

Ocho jugadores de la Juventus llegaron a la final en Berlín: cinco jugando por Italia y tres por Francia. Y se dio la casualidad de que la Juventus era la escuadra más comprometida en los chanchullos que se destaparon poco antes del Mundial. De las “manos limpias” a los “pies limpios”: la justicia italiana parecía decidida a mandar al exilio, a la serie B y a la serie C, a los clubes más poderosos, incluyendo a la Lazio, a la Florentina y al Milan del virtuoso Silvio Berlusconi, que practicó el fraude y la impunidad en el fútbol, en los negocios y en el gobierno. Los jueces comprobaron toda una colección de trapisondas, compra de árbitros, compra de periodistas, falsificación de contratos, adulteración de balances, reparto de posiciones en la liga italiana, manipulación de los programas de la tele…

Un ministro del gobierno anunció la amnistía si Italia ganaba el Mundial. Italia ganó. ¿Quedará todo en la nada, una vez más y como siempre? A Zidane el juez lo echó por mucho menos.

* * *
Alguien, no sé quién, supo resumir así esta copa 2006:

—Los jugadores tienen una conducta ejemplar. No beben, no fuman, no juegan.

Los que de vez en cuando embocaban al arco, no jugaban lindo, y los que jugaban lindo nunca embocaban al arco. Toda África quedó afuera, desde temprano, y al rato nomás también marchó al exilio toda América Latina.
El campeonato mundial se convirtió en una eurocopa.

Los resultados recompensaban esto que ahora llaman sentido práctico: altos muros defensivos y adelante algún goleador, un Llanero Solitario, implorando un favorcito de Dios. Como suele ocurrir en el fútbol y en la vida, pierde el que mejor juega y gana el que juega a no perder.

Los penales ayudaron a la injusticia. Hasta 1968, los partidos difíciles se definían al vuelo de una moneda. De alguna manera, así sigue siendo. Concluido el alargue, los penales se parecen demasiado al capricho del azar. Argentina fue más que Alemania y Francia más que Italia, pero unos pocos segundos pudieron más que dos horas de juego y Argentina tuvo que volverse a casa y Francia perdió la copa.

* * *
Poca fantasía se vio. Los artistas dejaron lugar a los levantadores de pesas y a los corredores olímpicos, que al pasar pateaban una pelota o un rival.

Tan aburrido resultó el Mundial que los dueños del negocio no han tenido más remedio que ponerse a imaginar proyectos para inyectar entusiasmo al decaído espectáculo. Una de las ideas nacidas en el seno de la fifa propone castigar el empate con cero punto. Otra sugiere agrandar los arcos para aumentar los goles. Y otra, si no te gusta la sopa, dos platos, proyectan una copa cada dos años.

Pero el fútbol profesional, espejo del mundo, juega por ganar, no por disfrutar, y el cálculo de costos se burla de estas inútiles piruetas imaginarias de los burócratas que comandan el fútbol mundial.

Menos mal que el fútbol profesional no es todo el fútbol. Basta con asomarse a las calles, a las playas, a los campitos, para comprobar que todavía la pelota puede rodar con alegría.

En el fútbol profesional, el que sale en la tele, poca alegría se ve. Parecemos condenados a la nostalgia del viejo tiempo åde los cinco forwards, y a la triste comprobación de que ahora nos queda uno sólo, y al paso que vamos ni uno quedará: todos atrás, nadie adelante.

Como ha comprobado el zoólogo Roberto Fontanarrosa, el delantero y el oso panda son especies en extinción.

sexta-feira, 14 de julho de 2006



Salvador Dalí
Nacido en una familia burguesa del Ampurdán, su padre, Salvador Dalí Cusí, era notario de profesión pero siempre manifestó enorme interés por el cultivo de las artes, lo que acabaría beneficiando a Salvador Dalí. En principio acude a la Escuela Municipal de Figueres y cursa estudios secundarios en el Colegio La Salle de la misma localidad. A los diez años ya dibuja y pinta con mucha regularidad, sobre todo retratos de miembros de su familia y paisajes. Parece que ya en 1916 había conocido el Impresionismo y el Divisionismo a través de la colección que poesía el pintor Ramón Pichot (ambas familias, los Dalí y los Pichot, mantenían fuertes lazos de amistad). Con 12 años ingresa en tres centros de enseñanzas, el colegio de los Hermanos Maristas, el Instituto de Figueres y la Escuela Municipal de Dibujo, cuyo director era Juan Núñez Fernández, que descubriría su potencial. Creador muy precoz, ya en 1919-1920 trabajaba en clave impresionista (Autorretrato, Chicas haciendo encaje) Del mismo modo que en su pintura, también sería un prolífico escritor buscando explicar en primera persona los fundamentos de su vida y de su obra. Sus primeros artículos aparecen en 1919 en la revista local "Studium"; redactaba la sección "Los grandes maestros de la pintura" y allí reflejó cuáles eran sus modelos de referencia: Velázquez, Goya, El Greco, Durero, Leonardo da Vinci y Miguel Ángel. En 1919 expone en una colectiva de jóvenes artistas locales (Josep Bonaterra y Josep Montoriol) en la Sociedad de Conciertos de Figueres y, poco después, se le encarga el cartel anunciador de las fiestas de la Santa Creu en Figueres. En 1922 ingresa en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, donde estudiaría hasta 1926, cuando es expulsado de forma definitiva. También se instala en esos años en la Residencia de Estudiantes, donde hace amistad con futuras personalidades como Luis Buñuel, Federico García Lorca, José Bello, José Moreno Villa, etc. Ese grupo era, en palabras de Dalí, "estridente y revolucionario", y había asumido algunas actitudes provocativas del recién concluido Ultraísmo, el primer ismo literario y artístico español. De forma paralela, asiste a las clases de pintura que ofrecía Julio Moisés en su llamada Academia Libre; allí conocería a Benjamín Palencia, Francisco Bores o Maruja Mallo, nombres punteros del arte español de vanguardia en el primer tercio del s. XX. En 1925 participa en la primera Exposición de la Sociedad de Artistas Ibéricos, celebrada en Madrid. Allí demostró que era el joven artista que mejor entendía las diversas corrientes que dominaban el arte europeo: el post-cubismo, el purismo y las nuevas figuraciones. Esa maestría se debía tanto a su capacidad de asimilación como al acceso que tenía a las principales revistas culturales del momento, como "L'Esprit Nouveau" (1920-1925) o Valori Plastici (1918-1921). A finales de ese mismo celebra su primera exposición individual, que tiene lugar en las Galerías Dalmau de Barcelona, en diciembre. En el catálogo de dicha muestra, que tuvo una excelente acogida, el artista intercala citas del pensamiento del pintor francés del s. XIX J.A.D. Ingres sobre la importancia del dibujo en el arte. En febrero de 1926, en una importante muestra aún poco conocida para el gran público, titulada "Arte Catalán Moderno", presenta en Madrid dos de sus obras capitales de esos primeros años, Muchacha en la ventana y Venus y marinero (Homenaje a Salvat-Papasseit). La crítica de la época le definirá como un "neo-verista" y Rafael Benet, en "Gaseta de les Arts" afirmará que mostraba "gusto por los ritmos compensadores: movimientos basculares. Gracia, Orden, Claridad. Ingres, Lhote, el último Carrà. Cuenta con Casorati y, sobre todo, con Ubaldo Oppi". Los hechos se suceden con rapidez en ese año 1926. Es expulsado de forma definitiva de la Escuela de San Fernando por negarse a ser examinado de una asignatura ya que pensaba que ninguno de los profesores sabía más que él de esa materia. También en 1926 realiza junto a su madre y su hermana Anna Maria el tan ansiado viaje a los Países Bajos, donde admira en directo la pintura de los primitivos flamencos y la posterior de Vermeer de Delft. Durante ese viaje hace escala en París para cumplir otro de sus deseos, conocer a Pablo Picasso en persona. También entabla amistad con Manuel Ángeles Ortiz y se reencuentra con Francisco Bores y Luis Buñuel, con quienes visita el Louvre y acude a las tertulias artísticas que frecuenta la abundante colonia española en la capital francesa. En 1926 la estrecha amistad que mantiene con Federico García Lorca culmina con la publicación por parte del poeta andaluz de la "Oda a Salvador Dalí", que publica en abril la prestigiosa "Revista de Occidente". En diciembre de ese año expone por segunda vez en la Galería Dalmau de Barcelona y estrecha sus lazos de amistad con Lorca; entre los textos más importantes que estimuló esa amistad estaría el "Sant Sebastià", publicado en "L'Amic de les Arts" (Sitges) en julio de 1927 y que hacía referencia a la ironía como medio para definir un nuevo arte. Sus primeros cuadros surrealistas se pintan en Cataluña. La miel es más dulce que la sangre y Aparato y mano serán su sonado envío al Saló de Tardor de Barcelona de 1927. Ese mismo año realiza los decorados para la obra teatral de Federico García Lorca "Mariana Pineda", así como para "La familia del arlequín", de Adrià Gual. Poco después, en la primavera de 1928, se produce el distanciamiento con Lorca, al que acusa de practicar una poesía folclorista y poco moderna. En marzo de 1928 firma el "Manifest Groc" (Manifest Antiartístic Catalá), junto a Sebastià Gasch y a Lluís Montanyá. En ese texto se enfrentan a la tradición más reaccionaria y adoptan una actitud plenamente moderna por su condición de polémica. Ese "Manifest Groc" concluye con una lista de los artistas y escritores más admirados entonces por ellos tres: Picasso, Juan Gris, Miró, Le Corbusier, Ozenfant, De Chirico, Jean Cocteau, André Breton, etc. Los cuadros de 1928 y comienzos de 1929 son de plena experimentación; en ocasiones utiliza arena o corcho. Incluso llega a acercarse mucho a los límites de la abstracción en obras como Sol (1928). En 1929 regresa a París, donde Joan Miró le pone en contacto con Tristan Tzara y otros miembros del surrealismo, grupo dominado por André Breton, que finalmente le acepta. Ese mismo año rueda, junto a su amigo Luis Buñuel, "Un chien andalou", considerada por la crítica como la primera película surrealista, y pinta El juego lúgubre, donde mezcla de forma novedosa automatismo y narración de los sueños. En 1929 expone por primera vez en París; se trata de la muestra individual que le organiza la Galería Goemans, donde presenta entre otros lienzos, El enigma del deseo y El gran masturbador. Para Dalí, el surrealismo estaba demasiado anclado en la escritura y pintura automáticas; es entonces cuando desarrolla su propia interpretación del surrealismo, en el llamado "método paranoico-crítico", que define como "método espontáneo de conocimiento irracional basado en la asociación interpretativa crítica de fenómenos delirantes". Tanto Dalí como los surrealistas mostraron además enorme interés por las teorías psicoanalíticas del doctor vienés Sigmund Freud. Más que un interés científico, les atraían las posibilidades artísticas que podía tener así como la importancia del inconsciente como fuente inagotable de imágenes poéticas. En verano de 1929 conoce a Gala (Helena Diakonoff), que había sido invitada a Cadaqués junto a su marido, el poeta Paul Eluard, el matrimonio Magritte y el galerista Camille Goemans. A partir de ese momento, la relación entre Dalí y Gala se hace inquebrantable, de modo que la segunda decide separarse de su marido. En 1930 colabora con Luis Buñuel en el guión de "La edad de oro". Pronuncia en el Ateneo barcelonés su conferencia "Posició moral del surrealisme", en consonancia con un nuevo interés hacia ese ismo, que se refleja en el número monográfico que dedica el "Butlletí de l'Agrupament Escolar de l'Academia i Laboratori de Ciencies Mediques" de Barcelona, que apareció ilustrado con obras de Dalí, Miró, Planells o Ángeles Santos. En esos años, la parisina Galería Pierre Colle celebra exposiciones individuales de Dalí en 1931, 1932 y 1933. Dicho galerista le presentará a Julian Levy, quien será su promotor en Estados Unidos. Otras intervenciones destacadas de esos primeros años treinta son su Exposición en la Llibreria Catalònia (1933), con seis fotos de Man Ray, muestra que fue apoyada por los miembros de ADLAN (Amics De L'Art Nou), destacada agrupación artística de los primeros años treinta; en la Exposición Internacional de Tenerife (1935); en la Exposition surréaliste d'objets, en la Galería Charles Ratton de París, y en Fantastic Art, Dada, Surrealism, en el Museum of Modern Art de Nueva York (1936). En 1936 pinta Construcción blanda con judías hervidas. Premonición de la guerra civil; se trata de una de sus obras más salvajes, más descarnadas, en la que sabe combinar la máxima deformación de los dos personajes con la extremada objetividad del cielo. Dalí comenzaba a ser un personaje público -famoso ya era desde hacía años- y esa ascensión bien podría reflejarse en la portada que le dedicó la revista "Time" el 14 de diciembre de 1936. Su siguiente ámbito de acción será Estados Unidos; allí, el galerista Julian Levy le organiza cinco muestras individuales entre 1933 y 1939. De 1940 a 1948 vive en Estados Unidos, pronunciando conferencias, diseñando joyas y trabajando para los estudios de Hollywood. Su relación con el grupo surrealista concluyó por esos años; hubo un primer intento de apartarle en 1934, cuando se mostró indiferente a los deseos de integrar al surrealismo en el Partido Comunista. Pero su expulsión definitiva se produce en 1941, cuando André Breton descalifica su vuelta al clasicismo tildándolo de retórico y académico. En noviembre de 1942 el Museum of Modern Art de Nueva York le dedica una gran retrospectiva, con 50 cuadros, 17 dibujos y seis joyas. La exposición realizó después una itinerancia por ocho ciudades norteamericanas, con lo que eso supondría de promoción definitiva de Dalí en el nuevo continente. En Estados Unidos organiza múltiples actos, que le dan fama y dinero. Realiza campañas publicitarias para prestigiosas revistas como "Vogue"; diseña y crea el pabellón "El Sueño de Venus" para la Feria Mundial de 1939; dibuja figurines y escenarios para obras de teatro, etc. Su relación con el cine no hace sino aumentar en los años de estancia en Norteamérica. En 1935 publica el guión de "Babaouo", aunque el film no llegó a realizarse nunca; algo similar le sucedió con los hermanos Marx, para quienes escribió un guión, "Giraffes on Horseback Salad". En 1945 rueda una secuencia para la película de Alfred Hitchcock "Spellbound", que en España se tituló "Recuerda". En 1948 regresa a España y se instala en Port Lligat, desde donde sorprende de nuevo al mundo cuando se declara profundamente católico y partidario del régimen del general Francisco Franco. Tres años después, en 1951, publica el llamado "Manifiesto místico", ensayo donde explica su nueva actitud artística, de clara emulación hacia algunos de los grandes maestros de la pintura, así como el nuevo fervor religioso que estaba experimentando. Ese periodo se puede observar en obras como Leda atómica o la primera versión de la Madonna de Port Lligat, ambas firmadas en 1949. Ese periodo fue denominado por el artista como "místico-nuclear" y se extendería desde 1949 hasta los años 70. Como el propio artista reconoció, "la explosión atómica del 6 de agosto de 1945 (Hiroshima) me conmocionó sísmicamente. A partir de entonces el átomo se convirtió en el alimento favorito de mis pensamientos". Una de sus obsesiones más constantes de esos años será el cuadro de Millet titulado El Angelus, que provocó en Dalí una doble conmoción, pictórica y psicológica. Es decir, no sólo estudió las formas o la composición que había en el cuadro de Millet, sino que creyó reconocer esas figuras en diversos elementos del paisaje. En 1963 redactaría un libro, "El mito trágico del Angelus de Millet", en el que explica el proceso a partir del cual surgió toda esa serie de imágenes y asociaciones delirantes. A finales de los años 50 se acerca de forma muy personal al Expresionismo abstracto norteamericano, sintiendo especial admiración hacia Willem de Kooning. Más tarde, en los años 60, trabajaría en movimientos tan conocidos como el pop-art o el arte óptico. No fue Dalí, a lo largo de su carrera, partidario de "crear escuela", pero ésta finalmente se produjo, de modo que se puede hablar con total propiedad de "dalinianos", aquellos jóvenes pintores catalanes que tomaron su arte como modelo a seguir. Entre ellos, podríamos mencionar a Joan Massanet (1899-1969), que conoció a Dalí en 1927 y que realizaría una pintura plagada de préstamos del arte de Dalí, junto a otros de Magritte y de Giorgio de Chirico; Ángel Planells (1901-1989), que había conocido a Dalí en 1920 en Cadaqués; o Artur Carbonell (1906-1973). Además, la huella de Dalí en la pintura española es mucho más profunda y aparece en numerosos protagonistas de esos años. Sus colaboraciones escritas y gráficas se producen en revistas tan destacadas como las francesas "Cahiers d'Art", "La révolution surréaliste", "Le surréalisme su service de la révolution" o "Minotaure"; o como las españolas "La Gaceta Literaria", "Litoral", "L'Amic de les Arts", "Verso y Prosa", etc. Como autor de libros, el primero por orden cronológico es "La femme visible" (1930), al que siguen "Babaouo" (1932) o "La conquête de l'irrationel" (1935) entre otros. Sus memorias aparecen en 1942, "The secret life of Salvador Dalí", sin duda una de sus obras literarias más sugerentes. También cabría mencionar "Diario de un genio" (1964) y "Confesiones inconfesables" (1973). Como ilustrador, los trabajos más destacados de su carrera fueron los 30 aguafuertes de "Los cantos de Maldoror", del Conde de Lautrémont (1934); las doce litografías para "Don Quijote de la Mancha", de Miguel de Cervantes (1957); y las cien xilografías en color para la "Divina Comedia", de Dante (1960). Los últimos quince años de su vida están jalonados por el reconocimiento nacional e internacional a toda su producción. Así, en 1974 se inaugura el Teatro-Museo Dalí en Figueres. En 1982 -año de la muerte de Gala- se inaugura el Museo Salvador Dalí en St. Petersburg (Florida, Estados Unidos) y S.M. el rey Juan Carlos I le nombra Marqués de Púbol. Por fin, en 1983 crea la Fundación Gala-Salvador Dalí en Figueres.

quinta-feira, 13 de julho de 2006


Juana Azurduy y la Revolución continental. Una historia silenciada

por Alberto Lapolla

Juana de América.
La Guerrillera de la Libertad
Francisco de Miranda murió en las mazmorras de Fernando VII en Cádiz. Mariano Moreno fue envenenado por el capitán de un barco británico y su cadáver arrojado al mar, anticipando un destino recurrente para los revolucionarios argentinos. Manuel Belgrano murió en la pobreza en 1820, cuando aún la América necesitaba de sus inigualables servicios. Todavía no se habían cumplido ocho años de que hubiera salvado a la Revolución continental en Tucumán. Bolívar murió solo, perseguido por facciones oligárquicas que combatían su proyecto de unidad continental, expresando con amargura "he sembrado en el viento y arado en el mar." Bernardo O’Higginns fue desterrado y perseguido luego de luchar toda su vida por la libertad americana. Monteagudo fue apuñalado en una oscura calle de Lima. Dorrego fue fusilado sin juicio alguno -por instigación de Rivadavia- por su antiguo compañero de mil batallas, "el sable sin cabeza", el genocida Juan Galo de Lavalle. Juan J. Castelli el "orador supremo de la Revolución", quien destruyera los argumentos realistas en mayo de 1810, el jefe del ejército libertador americano que más cerca estuvo de llegar a Lima y destruir de un golpe el poder imperial español, antes de la llegada de San Martín, murió con su lengua cortada, preso y perseguido. Apenas dos días antes San Martín, Alvear y su discípulo Monteagudo acababan de desalojar al gobierno contrarrevolucionario de Rivadavia y el Primer Triunvirato, retomando la senda de Moreno y la Revolución. En este marco de ingratitud caída sobre nuestros revolucionarios, aquellos que nos dieron la libertad y produjeron la más grande de las revoluciones del mundo occidental del siglo XIX, no es de extrañar que Juana Azurduy, la mayor guerrera de América, ‘Juana de América’ -en un continente que hizo de la resistencia su identidad-, terminara sus días como una mendiga miserable en la calles de Chuquisaca habitando un rancho de paja.

Juana Azurduy y su esposo el prócer americano Manuel Ascencio Padilla, son los máximos héroes de la libertad del Alto Perú y por ende de nuestra libertad como americanos y como provincia argentina de la gran nación americana. Sólo la ignominia que aún campea sobre nuestra historia y sobre sus mejores hijos, hace que la República de Bolivia -escindida de la gran nación rioplatense, por el elitismo sin par de los ejércitos porteños que desfilaron, saquearon, defeccionaron y abandonaron el Alto Perú, a excepción del general Belgrano y por las apetencias oligárquicas- no considere a Juana y a su esposo el Coronel Padilla, como sus máximos héroes, y sí rinda honores al mariscal Santa Cruz uno de los generales realistas que reprimió la Revolución de La Paz de 1809, y que se pasó a las filas patriotas al final de la guerra de la Independencia. Fue el propio Bolívar quien al visitar a Doña Juana -ya destruida por las muertes de los suyos, el olvido de sus conciudadanos y el saqueo de sus bienes- le expresara ante la sorpresa de sus compatriotas, que Bolivia no debía llevar su nombre sino el de Padilla, su mayor jefe revolucionario. Pero los adulones destruyen las revoluciones.

El Alto Perú tierra india Juana Azurduy -junto a su esposo- simbolizan lo mejor de la revolución americana, lo popular y lo indio de nuestra gesta emancipadora. Combatieron por la libertad del Alto Perú -por entonces parte del Virreinato del Río de la Plata primero y de las Provincias Unidas después- desde la revolución de Chuquisaca y la Paz en 1809 -que fueran ahogadas en sangre desde Lima y Buenos Aires. Y en particular guerrrearon sin descanso y sin cuartel desde el grito de libertad del 25 de mayo de 1810. Ellos y los 105 caudillos indios y gauchos como Vicente Camargo, el Cacique Buscay, el Coronel Warnes, el padre Muñecas, Francisco Uriondo, Angulo, Zelaya, el Marqués de Tojo, el Marqués de Yavi, José Miguel Lanza, Esquivel, Méndez, Jacinto Cueto, el indio Lira, Mendieta, Fuente Zerna, Mateo Ramírez y Avilés entre muchos otros, junto a Güemes en Salta, fueron quienes impidieron que luego de las sucesivas derrotas de los ejércitos porteños al Norte, los realistas pudieran avanzar sobre Buenos Aires y destruyeran la revolución. Juana y Padilla eran oriundos de Chuquisaca -también llamada La Plata o Charcas- sede de la universidad. Allí estudiaron -y conspiraron- Mariano Moreno, Juan José Castelli y Bernardo de Monteagudo. Castelli, ya jefe del ejército del Norte, se hospedó en la casa de Padilla en su marcha hacia La Paz. Moreno era abogado defensor de indios pobres y perseguidos en el estudio del doctor Gascón en Chuquisaca. Allí contactó con el movimiento revolucionario. Juana nació en 1780, el año en que Túpac Amaru lanzó su revolución indígena que casi liquida al poder español. Sería el mismo favorito -de la reina- Godoy, quien señalara que la rebelión de Túpac estuvo a punto de quitarle a España los virreinatos del Perú y del Plata. Esa rebelión ahogada en la sangre de los cien mil indios ajusticiados por la represión genocida española y en los gritos del suplicio del gran Túpac, su esposa Micaela Bastidas Puyucawa y sus hijos, abrió el camino de la libertad pese a su derrota. El ejemplo del Inca Condorcanqui no podía sino conmover hasta los tuétanos el corazón de la América del Sur, del cual el Alto Perú y el Perú eran su núcleo principal de población original, con culturas profundas y altivas. Nada sería igual después de la rebelión de Túpac: ni el dominio español ni la resistencia americana. La generación posterior a su derrota, sabría vengar su suplicio y expulsaría a los criminales españoles por mucho tiempo -por lo menos hasta la llegada del Traidor Carlos Saúl I, ya al final del siglo XX. Es así que el sol de nuestra bandera es el glorioso sol de los incas y de Túpac Amaru.

La Revolución continental Juana Azurduy es la máxima heroína de la Independencia Americana y su vida un verdadero ejemplo de la entrega a la revolución y a la lucha por la libertad de sus semejantes. El Alto Perú era el corazón del sistema colonial español y del genocidio indígena. Allí los indios enviados al socavón del Potosí eran despedidos para nunca más volver. Morían a los veinte años de edad con los pulmones perforados, a los dos años de llegar a la bocamina. Allí todas las injusticias eran realizadas en nombre del rey de España. Los azotes -las arrobas- eran el trato habitual para el indio. Juana, una hermosa mujer de familia criolla, habría podido tener una vida acomodada de mujer casada. En lugar de ello prefirió el combate sin cuartel por la libertad. En esa lucha perdió de la manera más cruel a sus cuatro hijos pequeños, destruidos por el hambre, las penurias y el paludismo. Vio la cabeza de su esposo -el héroe Padilla- clavada en una pica carcomida por los gusanos. Vio a los ejércitos elitistas porteños, subir hasta la garganta del Desaguadero y ser destruidos uno tras otro por las tropas del Virrey del Perú. Arrogantes al extremo de impedir que las fuerzas guerrilleras -mejor capacitados que ellos para el Alto Perú- combatieran como parte del ejército regular. Cada vez más deteriorados, centralistas, autoritarios y cada vez más odiosos contra lo indígena. El extremo fue el ejército corrupto, de Rondeau y Martín Rodríguez, que en el colmo de su impericia hizo volver al General Arenales que oficiaba -por orden de San Martín- como comandante de las montoneras, dejándolas sin estrategia de conjunto. Martín Rodríguez por su parte, hizo su aprendizaje de saqueo y enriquecimiento ilícito en el Alto Perú, para luego continuarlo en la "feliz experiencia" de la restauración rivadaviana posterior a 1820. Primero fue Castelli, que en su ejemplar afán revolucionario no estuvo exento de un jacobinismo a veces desmesurado, en particular por las actitudes iconoclastas del joven Monteagudo. Belgrano intentó reparar luego, los excesos de su primo Castelli. Él ayudó y premió a Juana y al coronel Padilla. Fue sin duda la mejor de las expediciones, pero tenía por meta un imposible como era llegar a Lima por allí, cuestión que Don Manuel ya sabía. Sólo aceptó continuar por las presiones de Buenos Aires. Luego, la lamentable experiencia de Rondeau. Por último el intento también fallido de Lamadrid, enviado por Belgrano para auxiliar la feroz represión de que eran objeto los ejércitos montoneros de los caudillos altoperuanos luego de Sipe Sipe.

La Guerra gaucha montonera Luego de Vilcapugio y Ayohuma, pero en particular a posteriori del desastre de Sipe Sipe en 1815, la situación del Alto Perú se tornó terrible. El poder español impuso un terror desenfrenado como política de ‘pacificación’ de la revolución altoperuana. Decenas de miles de paisanos fueron pasados por las armas o murieron en combate. Las torturas más atroces y los escarmientos más crueles fueron aplicados a los guerrilleros mayoritariamente indios de lo que hoy es Bolivia. 105 caudillos altoperuanos libraron la Guerra Gaucha. "La Guerra de las Republiquetas" la llamó Mitre en su historia oficial, para no usar la palabra montonera, pues su gobierno había sido enfrentado por la montonera federal -y que él pasó a degüello de la misma manera que los españoles- de todo el país. Fue la mayor guerra de guerrillas del continente americano entre 1810 y 1825. De los 105 jefes sólo sobrevivirían nueve, al final de la guerra. La mayoría moriría en combate o sería bárbaramente ajusticiada por el terror de Abascal y Pezuela. Sus cabezas serían clavadas en picas en las plazas de los pueblos para escarmiento popular. La guerra de partidarios -partisanos- montoneros o de recursos, la guerrilla del Alto Perú y la de Güemes en Salta, fueron organizadas por el General San Martín veterano de la guerra de guerrillas en España contra Napoleón. Pocos saben que esta guerra sería el ejemplo que tomarían los patriotas italianos, franceses, yugoeslavos, rusos, bielorrusos, ucranianos y griegos para luchar contra la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial. Hasta allí llegaría el rumor potente y victorioso de Juana de América y sus compañeros, pese a que entre nosostros Doña Juana sea sólo una canción.

La historia oficial argentina prefirió olvidar a los gloriosos revolucionarios del Alto Perú, por dos razones. Primero porque debido a las infamias cometidas por los ejércitos porteños, lograda su independencia en 1825 -y tal cual dejó entrever Ascencio Padilla en la carta que envió al fugitivo Rondeau- el Alto Perú decidió independizarse no sólo de España, sino también de Buenos Aires. Pasaría a llamarse Bolívar primero y Bolivia después, pese a la oposición del Libertador que comprendía que así ambas naciones perdían, pero el Alto Perú perdía más. La medida a su vez profundizaba la balcanización de la América unida que Gran Bretaña piloteaba a toda máquina apoyada en los Rivadavia y García de cada ciudad-puerto del continente. La segunda razón del olvido altoperuano en la historia argentina, obedece a razones más abyectas. La guerra del alto Perú es esencialmente una guerra de indios, de caudillos, de gauchos, de los patriotas de a caballo, del pueblo puro de América. Ese mismo pueblo que las tropas porteñas destruirían una y otra vez en la Banda Oriental, en el litoral o en el interior y finalmente en el Paraguay. Además eran guerrilleros, caudillos militares y habían ganado su grados -Manuel Ascencio Padilla fue designado Coronel del ejército del Norte cuando su cabeza estaba ya clavada en una pica. Juana Azurduy fue nombrada Teniente Coronel del ejército argentino a pedido de Manuel Belgrano- en el combate. Reivindicar su memoria para la historia oficial es nombrar lo innombrable. Lo gaucho. La "barbarie" de Sarmiento, la lucha de los pobres. Reconocer que los indios, los gauchos, los negros, los esclavos, los mestizos no eran inferiores sino que por el contrario, lucharon con mayor tenacidad y desprendimiento que la clase culta porteña por la libertad. Reconocerlo es negar el papel rector de Buenos Aires en el destino americano que inventó el partido unitario -y luego mitrista- y tanto daño hizo a la causa americana. Mejor es olvidar. "No sólo son bolivianos -‘bolitas’- además son indios, negros, matacos –monos".
Era verdad como demostraría San Martín que por el Alto Perú no se podía llegar a Lima, pero Buenos Aires con la historia oficial oculta algo más grave que explica el suplicio de la población altoperuana, jujeña y salteña entregada a la represión genocida española. Buenos Aires pudo haber liberado un gran ejército que tuvo combatiendo largo tiempo en la Banda Oriental para auxilio de los pueblos del Norte. Sólo debía reconocer -tal cual lo planteó Moreno en su Plan Revolucionario- que Artigas debía comandar la guerra por la liberación de la Banda Oriental, con sus gauchos y su pueblo, del cual era el jefe natural. Pero eso era inadmisible para la elitista y exclusionista clase mercantil porteña. En lugar de eso prefirieron entregar la Banda Oriental, primero a Portugal -se lo propusieron en secreto Alvear, Alvárez Thomas y Pueyrredón- y luego aceptaron su "independencia" colonial británica, que lograba así crear otro Estado en la boca del Plata, impidiendo que la Argentina tuviera el exclusivo control de los ríos de la Cuenca. Esa y no otra fue la causa de todas las guerras contra Rosas, Caseros incluida. Cualquier cosa antes de aceptar que los gauchos se manden a sí mismos o peor aún que "nos manden". Con sólo enviar esas tropas al Alto Perú y estacionarlas en Potosí -como señalaron Belgrano y San Martín- mientras se preparaba el cruce de los Andes, el pueblo boliviano habría sido salvado de sufrir lo indecible.

Juana Azurduy es la Revolución, es el pueblo en armas, son las mujeres del pueblo en armas, que pelean junto a los hombres, igual o mejor que ellos, que los mandan. Mujeres y hombres que destruyen ejércitos completos, superiores en número y armamento. Armados con hondas, macanas, lanzas, boleadoras, a fuerza de coraje y fiereza. Coraje y fiereza que dan la decisión de luchar hasta el fin por la libertad, por la justicia contra la opresión y el sometimiento de los semejantes. Luego del asesinato de su esposo y de varios de los principales jefes guerrilleros, Juana bajó a Salta y combatió junto a Güemes, quien la protegió y le dio el lugar correspondiente. Luego del asesinato de Güemes en 1821, Juana entró en una profunda depresión.
En 1825 solicitó auxilio económico al gobierno argentino para retornar a Chusquisaca. La respuesta del gobierno salteño resultó indignante, apenas le otorgó ‘50 pesos y cuatro mulas’ para llegar a la ‘nueva nación de Bolivia’. Doña Juana murió a los 82 años en la mayor pobreza. "Juana avanzaba casi en línea recta, rodeada por sus feroces amazonas descargando su sable a diestra y siniestra, matando e hiriendo. Cuando llegó a donde quería llegar, junto al abanderado de las fuerzas enemigas, sudorosa y sangrante, lo atravesó con un vigoroso envión de su sable, lo derribó de su caballo y estirándose hacia el suelo aferrada del pomo de su montura conquistó la enseña del reino de España que llevaba los lauros de los triunfos realistas en Puno, Cuzco, Arequipa y La Paz."

(1) Por esta acción en la batalla del Villar, en 1816, Juana Azurduy fue ascendida por Belgrano al grado de Teniente Coronel del Ejército de las Provincias Unidas.
(1) O’Donnell Pacho. Juana Azurduy. Planeta.
1998
* Artículo publicado por la Revista Lilith de marzo de 2005. Buenos Aires.

Juana Azurduy (Ariel Rámirez/Félix Luna)

Juana Azurduy

Flor del Alto Perú
No hay otro capitán
Más valiente que tú

Oigo tu voz
Más alla de Jujuy
Y tu galope audaz
Doña Juana Azurduy

Me enamora la patria en agraz
Desvelada recorro su faz
El español no pasará
Con mujeres tendrá que pelear

Juana Azurduy
Flor del Alto Perú
No hay otro capitán
Más valiente que tú

Truena el cañón
Préstame tu fusil
Que la revolución
Viene oliendo a jazmín
Tierra del sol
En el Alto Perú
El eco nombra aun
A Tupac Amaru

Tierra en armas que se hace mujer
Amazona de la libertad
Quiero formar en tu escuadrón
Y al clarín de tu voz atacar

Truena el cañón
Préstame tu fusil
Que la revolución
Viene oliendo a jazmín

terça-feira, 11 de julho de 2006

Projeto América Latina Palavra Viva


Leitores amigos,

Começamos aqui uma nova experiência que queremos compartir com vocês. O Projeto América Latina Palavra Viva, que foi parido pelo amor que temos Tali e eu pela nossa Pátria Grande, deseja ir além do ensino de Inglês e Espanhol. Procura manter uma relação cultural, social e política, entre nossos amigos de língua portuguesa com a realidade não pasteurizada e com a história heróica dos povos da amada Pátria de Bolívar, Artigas, San Martín, Manuel Rodríguez e tantos outros patriotas, artistas, mulheres e homens, indígenas, negros e mestiços, descendentes de colonizadores e novos filhos desta terra, que brigam pela paz, lutam pelo descanso, discutem pelo entendimento e choram pela alegria.

Este texto experimental que lhes enviamos forma parte de um trajeto que partilharemos contigo a cada instante, todas as semanas, e, quando possível e necessário, todos os dias, todos os amanheceres da nossa Pátria que ainda caminha à busca da sua liberdade.


raul fitipaldi, jornalista e fundador do Amlapav junto com Tali Feld Gleiser.